¿Juegan las mujeres peor al ajedrez que los hombres?
Por qué será que la naturaleza humana nos empuja a compararnos continuamente. Desde los últimos años está de moda una absurda “guerra” de sexos, una lucha por demostrar la igualdad de capacidades entre unos y otros, cuando en realidad el debate debería estar en si hay igualdad de derechos y oportunidades o no.
Más allá de eso, el que un individuo, sea de la raza o sexo que sea, tenga un mejor desempeño en una tarea determinada, no debería ser algo negativo en sí mismo, sino algo digno de admirar; algo que nos enriquece y nos complementa como seres humanos.
Pero si somos todos iguales, ¿por qué hay menos mujeres, con diferencia, que hombres que juegan al ajedrez? ¿Por qué no existen mujeres entre los 100 mejores jugadores del mundo?
Partimos de la base de que el hombre y la mujer son biológicamente distintos, porque como especie, es el reparto de funciones lo que nos hace fuertes y nos garantiza una continuidad a través de las generaciones. Lo que ocurre es que muchas veces valoramos más positivamente una serie de tareas o virtudes del ser humano sobre otras que deberían ser igualmente importantes, o incluso más. Y lo curioso es que estas valoraciones siempre cambian con el tiempo y las épocas. Así que no debemos asustarnos.
Dicho esto, y volviendo al tema de si las mujeres juegan peor o mejor al ajedrez (algo que debería ser superfluo) cabe preguntarnos si las diferencias biológicas entre los sexos son tan importantes como para marcar la diferencia, ya que en este caso el componente físico no es tan importante y se considera una actividad puramente mental.
Enumeremos algunos factores que pueden ayudarnos a entender este desequilibrio.
El cerebro importa
¿Es el cerebro del hombre igual al de una mujer? Es cierto que a día de hoy se sabe muy poco sobre el cerebro humano, la complejidad es tal que podríamos decir que la ciencia aun está en pañales al respecto. Pero de momento parece que hay consenso en que no hay grandes diferencias entre uno y otro. Si bien el cerebro masculino tiene mejor percepción espacial y mayor velocidad para procesar información, el femenino tiene más capacidad de atención y mejor memoria. Todas estas habilidades son importantes para el ajedrez.
Eso no significa que un cerebro sea superior al otro en términos absolutos, más bien todo apunta a la complementariedad. El cerebro femenino parece ser mejor que el masculino en algunas aspectos y viceversa. Si habláramos por ejemplo de capacidades, diríamos que cada uno puede realizar las mismas funciones, solo que por caminos diferentes. Sobre esto es interesante el documental realizado por National Geographic sobre la ajedrecista Susan Polgar y su cerebro:
Los mejores jugadores del mundo contra la mejor jugadora de la historia
Curiosamente, su hermana Judith Polgar, está considerada la mejor jugadora de ajedrez de todos los tiempos. Estuvo en la cima durante 26 años seguidos. Llegó a ser la número 8 del mundo, hazaña jamás repetida por otra mujer. (La actual mejor fémina, la china Hou Yifan, ocupa el puesto 114 del ranking.) Es muy famosa la partida que Polgar le ganó a Gary Kasparov, (considerado uno de los mejores de la historia) después de que éste hiciera comentarios despectivos con respecto al género de Polgar que no vamos a reproducir aquí. Llegaron a enfrentarse un total de 17 partidas, de las cuales 12 ganó Kasparov y otras 4 fueron tablas.
Si vamos a los registros de partidas de Polgar contra otros grandes campeones mundiales vemos los siguientes resultados:
Kasparov ganó 12 a 1.
Magnus Karlsen ganó 10 a 1.
Anand ganó 28 a 10.
Karpov ganó 20 a 14.
Topalov ganó 16 a 15.
Kramnik ganó 23 a 1.
(Fuente: Chesslive)
Parece ser que las diferencias cerebrales no deberían ser tan grandes como para justificar estos resultados. Así que sigamos analizando posibles causas.
La Testosterona
Esta hormona, mucho más presente en el hombre, tiene también efectos sobre el cerebro, para bien o para mal. Entre ellos constan algunos como: un aumento de la agresividad y la competitividad, mejora el estado de ánimo y combate la ansiedad (los hombres se deprimen menos que las mujeres), disminuye la capacidad empática (los hombres son más egocéntricos y les preocupa menos el sufrimiento de sus rivales), da mayores niveles de energía, y más resistencia física (algo que puede marcar la diferencia en partidas que se alargan durante horas).
Esto explica como en muchas de las facetas del juego, los hombres podrían estar más motivados a la hora de competir para ganar o para superarse a sí mismos.
La cantidad de mujeres que practican
Si vamos a los números, nos damos cuenta de que independientemente de las capacidades de cada género, el hecho de que haya menos mujeres practicando, hace que las probabilidades de que una llegue a niveles altos es muy baja. También esto puede afectar negativamente a nivel de empatía. Una mujer puede desmotivarse más a la hora de jugar un torneo si hay pocas mujeres que van a participar o ninguna. En una entrevista al respecto, una ajedrecista respondía: “Como siempre ha habido menos chicas, sientes que no tienes amigas cuando vas a los torneos, no te apetece tanto ir”. (Fuente RTVE) https://www.rtve.es/noticias/20221218/objetivo-igualdad-mujeres-ajedrecistas-dijeron-chicas-eramos-peores/2411926.shtml
La libre elección
Todos estos factores van sumando, pero quizá no sean suficientes como para que haya una diferencia tan grande. Y es que quizá nos estemos haciendo las preguntas equivocadas. La cuestión es: ¿A los hombres les interesa más el ajedrez que a las mujeres? Porque es un hecho que los hombres se sienten más atraídos por una serie de actividades que las mujeres y viceversa.
Y aunque puede influir el factor socio cultural, en una sociedad como la actual donde cada vez estamos menos atados a estereotipos de género, este factor va perdiendo fuerza. Vivimos en una época donde ya no está «mal visto» que las mujeres jueguen al ajedrez, o desempeñen casi cualquier profesión. Sea como fuere, las mujeres siguen eligiendo profesiones y espacios más relacionados con el trato a personas. Son más empáticas y más sensibles a los problemas de los demás, por lo que buscan actividades relacionadas con los cuidados, la medicina, la docencia, etc., o en profesiones donde traten directamente con otras personas.
Los hombres por lo general, buscan profesiones más relacionadas con la ciencia y las matemáticas, buscan la competitividad y pelear por un puesto mejor en el trabajo. Esta diferencia en la motivación podría trasladarse también al ajedrez, donde vemos que en edades tempranas, de 6 a 13 años, el numero de niñas que juegan al ajedrez es casi igual al de varones, pero alcanzada la adolescencia, las niñas empiezan a abandonar la práctica.
Así que una explicación sencilla podría ser que simplemente el ajedrez deja de interesarles, sobre todo en edades donde la parte competitiva se vuelve mucho más exigente y supone dedicar muchas más horas al estudio de este deporte-ciencia.
Por último, la maternidad puede ser un escollo en la carrera de una ajedrecista, que debe dedicar muchísimo tiempo al estudio y viajar frecuentemente para competir en altos niveles.
Conclusiones
La respuesta a si los hombres juegan mejor por el hecho de ser hombres es todavía difícil de responder porque son muchos los factores que influyen. Hay quien dice que simplemente tienen “ventaja”, como comenta el Gran Maestro Miguel Illescas, https://damasyreyes.es/miguel-illescas-polemica-mujeres-hombres-ajedrez/ pero lo importante es que este tipo de debates, a veces ineludibles en nuestra sociedad, no debería escandalizarnos, ni pasar de ser una simple curiosidad.
¿Deberían haber más mujeres jugando al ajedrez? ¿Debería haber el mismo número de mujeres que de hombres haciendo una misma tarea? Mi opinión honesta es que las mujeres y los hombres deberían tener la oportunidad de practicar lo que quieran practicar. Mientras podamos garantizar esa libertad, sin coacciones, lo de menos es que un espacio sea ocupado por más mujeres que hombres o al revés, sino que unos y otros podamos disfrutar haciendo lo que más nos gusta hacer.
Fuentes:
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140929_ciencia_diferencias_cerebro_hombres_mujeres_np
https://psicologiaymente.com/neurociencias/efectos-testosterona-cerebro