El campeón mundial Magnus Carlsen se ha hecho con su ya cuarto torneo Norway Chess. Después de haberse pospuesto y reducido el número de participantes a seis por culpa de la pandemia, este torneo significaba una «prueba de fuego» y un test personal para Magnus después de pasar por unos meses donde su juego había dejado de brillar.
Tras «emular» a Bobby Fisher en una de las mejores partidas del año contra Rapport, Magnus volvió a demostrar por qué es el mejor del mundo y completó una excelente segunda mitad de torneo. Imponiéndose en la última ronda al aspirante a campeón del mundo Ian Nepomniachtchi, dejó claro que tiene cuerda para rato y que sigue en su apogeo líder mundial del ajedrez.
Un Norway Chess que es considerado de los más fuertes del mundo, a pesar de que este año solo podrían participar jugadores con pasaporte europeo por motivos logísticos y sanitarios, lleva jugándose desde el año 2013. En un formato Round Robin (tipo liga, todos contra todos) a doble vuelta y ritmo clásico con 120 minutos en cada reloj, cada partida ganada valdría 3 puntos, la derrota 0 y en caso de empate se jugaría un Armagedón donde las blancas contarían con 10 minutos de reloj y las negras con 7, eso sí, a las blancas solo le valdría la victoria. Richard Rapport logró estar en la cabeza de la clasificación durante la mayor parte del torneo, pero luego decayó y tuvo que conformarse con el tercer puesto. No obstante, gracias a su gran actuación, el húngaro consiguió ganar 10 puntos de ELO.